lunes, 20 de marzo de 2017

Vamos cerrando acuerdos en aras de aprovechar nuestra estancia en Noruega para promocionar Tenerife. Nos llevamos la Cajamar Tenerife Bluetrail a tierras vikingas.
Muchas gracias.


jueves, 2 de marzo de 2017

Comparando perfiles

En estos días de entreno en Lanzarote me he puesto a diseñar una herramienta a fin de comparar los perfiles que habitualmente entreno con el perfil que me espera en el Norseman. Utilizando los ficheros GPX los "ploteo" a la vez.

Primeras comparativas. El Ironman de Lanzarote, una salida desde Las Teresitas a Granadilla y vuelta de 150km y el propio perfil noruego.


¿Y qué sucede cuando echamos manos de las alturas tinerfeñas? Pues un ejemplo con la última salida de las Teresitas a Arafo, subida de los loros, La Laguna y otra vez Las Teresitas.


Prometo subir a Izaña...

lunes, 30 de enero de 2017

La lista de participantes. Estadísticas

Ya ha sido publicada la lista oficial de participantes (lista) . Analizando los datos podemos observar que casi un 16% de los participantes son mujeres, 43 frente a 231 hombres.

Por nacionalidades la distribución queda de la siguiente manera :


Y por rangos de edad:


Como curiosidades, podemos decir que 139 atletas, el 50%, tienen entre 35 y 45 años y que la edad media de las mujeres es de 38 años frente a los 39,5 de los hombres.


sábado, 17 de diciembre de 2016

Premios Aquaterra Garachico 2016

Anoche, en el marco de la entrega de premios y medallas finisher del Aquaterraman Garachico 2016, Basilio Bravo contó lo que es el Norseman ante todos los compañeros allí presentes. Se da la circunstancia de que el mismo día del sorteo ambos estuvimos hablando, mientras corríamos la carrera de El Tanque, de las veces que él se había presentado a ver si era uno de los agraciados. Afortunadamente, unas horas mas tarde le confirmaría, por mensaje, que yo había sido elegido.

En cierta manera, me siento responsable de que mi participación dentro de ocho meses en la prueba cumpla las expectativas de todos los que han optado alguna vez al sorteo y no han tenido mi suerte. Soy consciente de que podrán darse mil circunstancias que hagan que no pueda acabarla. Pero dicho esto, también diré que los que me conocen saben que voy a entrenar todo lo necesario para traer la camiseta negra a la isla.

Gracias Basilio.





miércoles, 7 de diciembre de 2016

La historia - II

Poco a poco, piscina a piscina, con mucha constancia y preguntando todo, voy nadando. De la misma manera, pesando ya en torno a los noventa kilos puedo empezar a correr. Y como en toda esta historia, una cosa lleva a la otra. Personas que van llegando, unas siguen, otras se quedan, haciéndote más llevaderos tus entrenos y un día te das cuenta que ya llevas tiempo fuera del sofá. 

Mayo de 2013. Mi primer trail de montaña. Desde Masca al Palmar, pasando por Teno, 12km. No lo elegí por casualidad. Es una de mis zonas preferidas de la isla y he caminado muchos kilómetros en ella. Me acompaña y recoge mis lagrimones a la llegada Carlos Torres. Aún ahora me gusta mirar las caras de las gentes al cruzar las metas. Adivinar cuántas historias pueden haber ahí. Lo que subyace bajo cada lágrima, bajo cada gesto. El desfile anónimo. Padres y madres convertidos en héroes para los suyos. Mayores que corren por delante de la vejez que les persigue. Cientos de patitos feos poniéndose a cada kilómetro una nueva pluma de cisne. Para muchísima gente esto no es sólo correr, o nadar, o montar en una bici. Es una reconciliación consigo mismos. Con lo que llevaban tiempo postergando. Con el mañana empiezo y se les fue media vida pero un día empezaron. Con el si pudiera y un día pudieron y vaya si podían. Y cuando se trata de eso, se nota. Y surgen las historias, se crean los lazos y ya no puedes dejarlo.

Agosto de 2013. Aprovechando que estoy pasando las vacaciones en Lanzarote, de donde soy originario, realizo mi primera travesía en aguas abiertas. 1200m en Puerto del Carmen. Ese verano había estado nadando con mi padre que aún mantenía su estilo de cuando joven. Fue a verme. Me gustó esa conexión.

la ceremonia
Al regresar de las vacaciones. En un impulso, compro mi bicicleta de ruta. Había decidido hacer el triatlón olímpico de Santa cruz en febrero del año siguiente. Un impulso que supone el inicio de la readaptación de mi matrimonio a muchos nuevos impulsos. En estas catarsis que supone pasar del sofá a no volver a sentarte en él, las parejas, ellos o ellas, también juegan un papel determinante. Gestionar esos cambios se convierte muchas veces en el mayor de los retos. 

Septiembre de 2013. Hago el acuatlon de Candelaria, en Tenerife. Recuerdo de esta prueba ver como me debatía entre el antepenúltimo y último puesto y sin embargo tenía la impresión de ganar la carrera de mi vida. Recuerdo los ánimos de Miguel Callejas, el corazón que se me quería salir por la boca. Recuerdo entrar en el mar y adelantar casi hasta la mitad de la clasificación para luego volver a correr y quedarme para el final. Y es posiblemente de esta manera donde uno empieza a experimentar ese placer que da el prepararte durante meses, los madrugones, las aceras vacías, el echarse al mar cuando el Sol lo abandona,… para luego ir a por tus límites el día que visten las calles con público y una meta.

Último fin de semana del mes y me voy junto con Kike para La Graciosa. Una experiencia inolvidable. El lleva trofeo y yo una sonrisa de oreja a oreja. He cruzado nadando de una isla a otra. En ese momento soy consciente de que con ese “río” no me voy a conformar. Qué hay otro, al sur de la isla, con muchísimo más significado para mi. Dejo la idea aparcada. Aún queda mucho por nadar. Cruzar la Bocaina a nado me parece inalcanzable. Tanto como hoy en día cruzar de Tenerife a La Gomera.

Junto a Kike comprobando desde lo alto la travesía

Octubre a Febrero de 2014. Toca prepararse para el triatlón olímpico. 1500m de natación, 40km de bici y 10 km de carrera a pie. Ponerme de nuevo sobre una bicicleta no me cuesta. Con 16 años recuerdo haber hecho muchos kilómetros en Lanzarote en una BH de carretera. De las de sujeciones para los pies con correas y cambios de marcha en el cuadro. Entran en escena nuevos compañeros de entreno. De la mano Samuel Hernández, mi fisioterapeuta y a la postre compañero de fatigas, paso a formar parte del recién creado club 7 Raid. Ya peso 90kg, 34 menos que hace un año. Son meses de mucho entreno. Muchísimo entreno que me llevan a disputar y terminar mi primer triatlón. La sensación es indescriptible. La locura de nadar cual atunes en una almadraba, los muslos que no dan más en cada pedaleada y el correr para terminar cuanto antes. Y todo ello sin parar. ¡Quiero más!

De izquierda a derecha, Samuel Hernández, mi fisio, Yo y Miguel Callejas, mi sensei. Para todos fue nuestro primer triatlón.

domingo, 27 de noviembre de 2016

La historia - I

Septiembre de 2012. A punto de cumplir cuarenta años de edad, pesando 124kg para 1,87m de altura, fumando una cajetilla de tabaco diaria y sin hacer ejercicio en los últimos 16, decido, alentado por dos amigos, repetir algo para lo que no estaba, ni de lejos, preparado.

2012 - 2016
         

Un exceso de peso que ya tenía repercusiones en el sueño, en los tobillos, en el colon,… Un tabaquismo severo que me producía pitidos por las mañanas y dolores de cabeza por la tarde.

Es difícil dar con la motivación necesaria para dar determinados pasos. Es difícil que algo te saque de tu comodidad. Difícil que algo te mueva de eso que ahora se llama zona de confort. Pero a veces sucede y a mi me sucedió. No pretendo dar lecciones de nada. No tengo afán de presentarme como un ejemplo de transformación, del “sí se puede”. Tan sólo voy a intentar contar mi historia. Una historia, como casi todas, que no depende solamente de uno mismo sino de la combinación de acontecimientos y personas que hacen que no pares, que dejes atrás una versión de ti para ir a por la siguiente. Ni mejor ni peor, sólo más saludable, en este caso.

Antes de septiembre de 2012 había intentado dejar de fumar en un par de ocasiones. Una incluso duró casi un año. También tuve un intento de bajar de peso que me llevó de los 120 a los 105 pero que en pocos meses me dejó de nuevo en la casilla de salida. Pero esta vez se daban unas circunstancias totalmente diferentes. 
En una cena con varios compañeros de facultad recuerdo que sólo se hablaba de deporte. De bicis de montaña, de carreras por el monte, … Recuerdo oír esas conversaciones no sin cierta envidia y salir cada poco a fumar a la calle. Ellos parece que habían entrado, de lleno, a probar esa nueva llamada de la selva que por aquel momento comenzaba y que hoy ya es una realidad social con un impacto notable en todo nuestro entorno. En un momento de la cena, Sergio Rodríguez y Carlos Torres, me proponen hacer, a la Semana Santa siguiente, la ruta del Faro a Faro. Hacía ya casi veinte años que la habíamos hecho y era una buena oportunidad para repetirlo. Me miran, casi que con ojos de besugo, y me preguntan si me veo capaz. Que tengo casi 6 meses para recuperar algo de forma y bajar unos kilos. Y ese es el primer acontecimiento que marcó el devenir de estos últimos cuatro años.

Junto Sergio Rodríguez (centro) y Carlos Torres (derecha) en el comienzo del Faro a Faro en Roque Bermejo

Al día siguiente, temprano, fumo los últimos cigarros que me quedaban en la cajetilla y ese mismo fin de semana voy a caminar al Teide. A las pocas semanas, en octubre de 2012, considero que haciendo caminatas en el monte los fines de semana y llenando la mitad de los platos no voy a avanzar como quiero. Necesito continuidad y por recomendación de un conocido me abono al Complejo Deportivo Santa Cruz – Ofra. En ese momento me inscribo en las clases de las 7 de la mañana de Miguel Callejas, en las que aún sigo hoy en día, y completo mi entrenamiento con algo de natación y pesas.
De esos primeros días recuerdo dos cosas. La primera es no poder correr más de 500m sin tener que parar y decirle a Miguel que correr no era lo mío. La segunda es tener que pararme en la piscina a cada vuelta de 50m y ver como en las calle de al lado, Roberto Sivero, a la postre crucial en mi preparación en el agua, seguía sin parar dejando varios miles de metros atrás.

Marzo de 2013. Casi seis meses después ya he conseguido bajar de los 100kg y realizo el faro a faro. Una experiencia sin duda inolvidable. 130km que llevan del faro de Anaga al de Teno, pasando por el pico del Teide durante cinco jornadas. Un viaje para perderse en nuestra propia isla. Para ese entonces ya he comenzado a nadar en el mar y me planteo, como reto, hacer la travesía de la Graciosa en septiembre de ese mismo año. Empiezo con esto de la natación, casi de cero, siguiendo los consejos de Kike Romero y Roberto Siverio. Cuarenta piscinas seguidas de 25m se convierten en un reto. Dispongo de seis meses para prepararme los 2600m que mide la travesía. Kike sería mi compañero de reto y de aventuras en esos meses.

A la llegada al faro de Teno